Torrente no es una fórmula matemática, pero casi. Más allá de que sea la cuarta entrega y en 3D, las cifras marean. Y bastante parte de la promoción que ha realizado estos días Santiago Segura, a la americana, sin despreciar programas ni esfuerzos, tiene que ver con esas cantidades. Hoy viernes «Torrente 4, lethal crisis (crisis letal)» se estrena con 666 copias en 855 pantallas (en España hay 3.874). Todo un récord en el cine español. Un 55% de las copias son en 3D, el mismo porcentaje para copias digitales contra el celuloide tradicional (45%). Todo lo que rodea a Segura suele ser homérico: desde el número de periodistas en el pase y la rueda de prensa de ayer (un poco más de 200), hasta las entrevistas concedidas. Tras las 95 de días precedentes, ayer comenzó a las 8.45, tuvo 44 grupos además de las charlas individuales, y acabó con un chat a las siete y media de la tarde. Gozó de un pequeño receso para comer un sándwich a las seis. Tras descansar un rato fue al estreno de gala a las 22.00 en la madrileña Gran Vía, con 1.368 invitados.
«Creo en cuidar hasta el cartel. Nada se vende solo, ni la coca-cola, y debemos ir a buscar al público, que está en todas partes«. «Pero la gente no es gilipollas, sabe lo que quiere y no vería los Torrente si fueran malos. La primera tuvo tres millones de espectadores; la segunda, cinco millones y medio, y la tercera, tres millones y medio. No lo dudes, miraré sin parar durante el fin de semana las cifras de taquilla. Internet está ahí, pero a mí aún me gustan las salas, y para llevar al público al cine tenemos que superarnos, inventar cosas nuevas«.
Porque «Torrente 4″ ha sido cara: 10 millones de euros, una inversión que hay que recuperar, y es cierto que es la primera comedia en 3D, la primera película en la que se ve… mejor no destripar algunos de los gags, muy subidos de tono para un filme calificado por el Ministerio de Cultura como no recomendado para menores de 12 años. «Torrente te da la oportunidad de reírte de cosas que en la vida real nos molestan. En la pantalla resulta catártico: no es un héroe, sino un anormal, y me hace gracia la gente que no se da cuenta de esta realidad, como cuando me dicen que mis personajes son machistas. ¡Pero mira cómo son esos personajes! ¡Unos parias! ¿Quién puede tomarles como modelo?».
Santiago Segura siempre ha presumido de ‘amiguetes’. Ya en la primera película, en 1996, se dejaban ver Jorge Sanz o Javier Bardem. Y según ha avanzado la saga, ha crecido el número de fans del ‘brazo tonto de la ley’ que se prestan a participar en una de las películas, aunque sea unos segundos.
«Cuando estoy escribiendo pienso: ‘Éste sería genial para un personaje’. Y, entonces, le llamo. Y siempre he tenido suerte, porque he dado con gente a la que le gusta reírse de la imagen pública que transmiten«, asegura el director.
Por la película desfilan estrellas de la tele (Buenafuente o Pablo Motos), protagonistas de la crónica rosa (Kiko Matamoros, Belén Esteban o María Lapiedra) o futbolistas (Higuaín, Agüero y Ramos). Y, por encima de todos, David Bisbal, el más musical de los ‘amiguetes’. «Tiene una energía desbordante, está dispuesto a todo«. Por eso se atreve a poner la banda sonora a «Torrente 4«, como lo hizo en tiempos el mismísimo Fary, el único artista por el que Torrente siente pasión y que ya glosó sus aventuras en ‘Apatrullando la ciudad’.
Parte de «Torrente 4. Crisis letal» transcurre en el interior de una prisión, donde el policía conoce a Peralta (Yon González), que se convierte en su guardaespaldas frente a personajes como John Cobra o Batu (dos iconos de Youtube). «Le odiaba por estar cachas y estar en todas las carpetas de las niñas, pero la verdad es que es un tipo entrañable«, afirma Segura sobre Yon.
«Teníamos que engañarle para que se despertase pronto«, asegura entre bromas Segura sobre su compañero en el film. Kiko Rivera debuta como actor interpretando al ayudante de Torrente (un papel que recayó en otras ocasiones en José Mota o Gabino Diego). Segura ya había intentado contar con ‘Paquirrín’ para un cameo en «Torrente 3» que no llegó a fructificar.
Segura explica el motivo de su interés por el joven: «Tiene la capacidad para reírse de la imagen pública que proyecta«. Ahora, cinco años después, por fin se ha producido el encuentro entre ‘Rin Rin’ (Rivera) y Torrente. Un sueño hecho realidad para un «fan de Torrente» Kiko Rivera se declaró seguidor incondicional de las aventuras de Torrente. «Con mi papel en esta película se ha cumplido un verdadero sueño«, aseguró el famoso, que así se sacó la ‘espinita’ de no haber estado en la anterior aventura.
Santiago Segura presentó a Tony Leblanc como un gran cómico, a María Lapiedra como una mujer explosiva, a Yon González como un galán y sobre Kiko Rivera y él afirmó que eran «un par de ‘frikis«. Santiago Segura cayó en la ‘tentación’ de rodar el film en 3D. «Todos los días me arrepentía de rodar en tres dimensiones. Es algo caro y que requiere mucho tiempo. Pero luego veía el trabajo de la semana los viernes y me alegraba por el resultado. Al final he quedado satisfecho«. El esfuerzo de Segura y de todo su equipo ha merecido la pena desde el punto de vista artístico, aunque también perseguía otro objetivo. «Se trata de ofrecer más al público, para que la gente siga acudiendo a las salas. El cine siempre ha usado recursos para enganchar al espectador«.